El protocolo islámico no es un problema para las mujeres

Recientemente en todos los medios de comunicación ha salido la visita del presidente de los Estados Unidos de América y la primera dama a un país islámico como es Arabia Saudita. Habría que resaltar de este viaje, la actitud y compostura de la señora Obama. Ha hecho trabajar a destajo a la diplomacia Americana y Saudí para limar las asperezas que esta dejó durante su visita.

No sabría decirle si fue por un despiste de su “haren” de asesores o si fue un desafío que esta pretendió echarle a las impositivas reglas protocolarias hacia las mujeres de los mandatarios saudíes, pero su comportamiento ha generado ríos de tinta y como yo no iba a ser menos, también he escrito yo sobre ello.

Tras el aterrizaje del Air Force One, a pie escalerilla se encontraba el Rey Salman Ben Adbelaziz recién nombrado tras la muerte de Abdullah Ben Abdelaziz, desde este primer momento, las miradas fueron desviadas hacia la primera dama cuando al abrir la puerta y bajar por la escalinata del avión todo el mundo se percató que lo hacía sin velo, algo que en este país se considera un importante falta de respeto.

Hay que recordar que el islam en ninguna de sus interpretaciones obliga a las mujeres a cubrirse, aunque si quisiéramos, lo podríamos ver como un gesto de educación no obligatorio.

Pese a que la primera dama vistió de manera discreta y conservadora, además de que la norma no es aplicada a mujeres extranjeras, no fue capaz ni si quiera de cubrirse la cabeza con algún pañuelo como hemos podido ver en otras mandatarias incluso de mayor rango. Recibió de todo menos halagos, a través de las redes sociales.

Así mismo, la ley islámica generalmente prohíbe a los hombres tocar en público a mujeres que no tienen ningún parentesco con ellos y mucho menos tener muestras de amor con ellas (que este no fue el caso) sin embargo, la regla algunas veces se tiene que pasar por alto cuando se trata de acontecimientos diplomáticos.

En este caso el error fue culpa del rey que le dio la mano a la primera dama, ya que los sabios de Arabia Saudita, prohíben este saludo por lo que el protocolo diplomático debería prohibirlo, como lo establece la orientación  islámica según las interpretaciones de los sabios del país.

Muchas personas han considerado esta actitud de la primera dama, como una declaración política ante las restricciones que sufren las mujeres en Arabia Saudita, por lo cual se generó mucha polémica en las redes sociales con la etiqueta #michelle_obama_notveiled que viene a significar Michelle Obama sin velo o descubierta.